martes, 17 de febrero de 2009

CAPITULO3

CAPÍTULO 3 PRIMEROS PASOS
Atos, ya en su segundo día, puesto que en el primero, tras la explicación, lo único que hicieron fue parlotear como colegialas (valga la ironía de la expresión), se puso el amuleto de alimentación que les dieron antes de que se fueran a la cama, con el cual pasarían el día sin pérdidas de energía, salió de su habitación a la sala común de los chicos, y empezó a buscar libros que le parecieran adecuados. Kolge, su ya íntimo amigo, estaba leyendo un libro titulado “la alteración de la realidad, y la mezcla de las magias”; se saludaron, y Atos empezó a preguntarle que libros le serían más adecuados.
Tras una larga discusión, Kolge adivinó un poco de la manera de ser de Atos, y dedujo que no querría hacer distinciones entre la magia, por lo que le aconsejó que cogiera un libro titulado “como empezar a intercalar las magias”, en el cual no solo hablaba de lo que decía el título, sino que también dejaba claro como usar los hechizos de manipulación de la materia inerte, que es lo adecuado para un novato.
Tras un rato de lectura, Atos ya tubo claro lo básico para mover un objeto, pero se percató de que aún le faltaba un canalizador para el uso de la tercera magia, y le consultó a Kolge, que le nombró una serie de objetos adecuados para ello, y, sin dudarlo un momento, escogió los anillos gemelos, ya que también le servirían para acumular la energía necesaria para la segunda magia. Kolge le dijo el encantamiento necesario para crear los anillos, y luego, el necesario para que la conexión de los anillos por el simple hecho de ser gemelos, pasara por en medio de un anillo idéntico mental, que le permitiría llamarlos cuando los tuviese demasiado lejos sin necesidad de gastar energía.
Al terminarlos, se los puso cada uno en un dedo anular, y probó a mover una pluma que tenía en la mesa. La consiguió mover, pero no consiguió el efecto esperado, ya que se le clavó en el ojo. A Kolge le dio tal ataque de risa que se cayó de la silla, y el resto de los que había en la sala, al ir a preguntar, también rieron, aunque el resto de novatos, le miraron con envidia, ya que de momento era el único novato que había conseguido mover aunque fuera una mísera pluma. Al darse cuenta de esto, los alumnos más antiguos le miraron asombrados.
-Atos –dijo Kolge-, eres el primero que consigue, aunque sea solo eso, en el primer día; de momento ya hemos descubierto tu talento para la magia de la materia, inténtalo ahora mediante los anillos.
Atos, consciente de que todos estaban pendientes de él, se dispuso a intentarlo, pero al lanzar su energía pronunciando el hechizo de bipartición, provocó que la pluma se incendiara, de manera que solo quedaron las cenizas.
-ahora utiliza tu propia energía.
Con un peligroso descenso de sus fuerzas, dijo la palabra que repararía la pluma, pero en vez de repararla, lo que hizo fue regenerar el ave entera, aunque sin vida.
-bien, si ahora con las magias que quedan también provocas un efecto digno de mención, te llevaremos a los maestros.
Con una unión de voluntad, lo que pertenecía a la magia divina, y manipulación de la energía del ave, le dio vida.
-magnífico, te habremos de llevar con los instructores, que te asignarán un entrenador personal, lo cual solo hacen con los alumnos mas aventajados, pero tu caso es especial.
Al acabar el día, no obtuvo ningún progreso más, aunque resultó que Koll también tenia habilidad para las cinco magias, aunque no tan evidente como la suya propia.
Cuando le llevaron ante los instructores, estos no sabían que hacer:
-esto es increíble, Kolge. No me puedo creer que alguien pueda tener tal dominio sobre la existencia. No recuerdo una irregularidad mayor en el mundo sobrenatural desde la conquista de las divinidades. Y eso que los elfos tenemos vidas y memorias incomparables para las otras razas.
-alguien que tiene el don de los dioses debe ser instruido por un sacerdote; ¿tendréis a bien concederme este entrenamiento?
-si, por supuesto –respondieron a coro los maestros.
-pero los otros dos con las cinco habilidades es aconsejable que los entrene otro- aclaró el elfo- y obviamente, el más indicado es Kolge. Si nadie se niega…
- aceptaré encantado –respondió Kolge ante el silencio.
-pero la instrucción de estos tres debe ser minuciosa; debemos asegurarnos de que no acaben sirviendo a los ladrones de energía, ya que esto sería una gran arma contra nosotros. Desde que esos magos desviados del camino de la justicia iniciaron su campaña, y se aliaron con los espectros, no nos podemos permitir ni siquiera un fallo, así que hay que organizar un ataque, como si estuviéramos desesperados, para que no vuelvan a actuar hasta que la instrucción de estos tres alumnos esté terminada. Si funciona, tendremos la oportunidad dentro de diez años, suponiendo que avancemos a la velocidad que llevábamos hasta ahora.
-consultaré a elfos y espíritus, y los condenados creo que también deberían tener voz en este asunto, ya que cada vez que nuestra institución se ha quedado sin un auténtico mal que combatir, ellos han sido los siguientes en ser atacados por el simple hecho de ser lo siguiente más próximo al mal después de los espectros.
-no se hable más, mañana mismo se empezará el entrenamiento especial, el cual deberéis dividir para que los tres tengan una relación mínima con el resto del alumnado, que al ser futuros miembros propiamente dichos de esta institución, crearán un vínculo permanente entre la fuerza más poderosa de este planeta y nosotros.

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