CAPITULO2

CAPÍTULO 2 NOVATO
Subiendo por el camino de la academia, veía un paisaje desolado, lleno de montañas sin vegetación y con carroñeros sobrevolándolo, un paisaje de pesadilla pero sin nada que pueda dar miedo. La academia era, a simple vista, una torre circular con forma de copa, ancha en la base, estrecha al centro, y enorme en la cima; la entrada era un túnel con escaleras, en el que al acabarse éstas, continuaba un trecho, hasta llegar a unas nuevas escaleras iluminadas con antorchas de fuego azulado que desembocaban en una puerta aún más iluminada por dichas antorchas, pero éstas estaban cada una en el centro de un símbolo arcano, que según le decía Kolge, eran símbolos de invocaciones protectoras que absorbían la energía del enemigo, de manera que cuanto más poderoso fuera este, más lo serían los monstruos protectores.
Al atravesar la puerta, un enorme vestíbulo con más símbolos y un gran altar iluminados de rosa les esperaban; según Kolge, cada símbolo, unido a su correspondiente hechizo o intención unida a energía, si el mago era poderoso, cambiaban el destino del sillón del altar, que resultó ser el medio de trasporte entre piso y piso, y que tenía un libro con el destino y su hechizo apuntados.
Al llegar al piso, una sala con puertas emparedadas, y otro símbolo en cada una de ellas, les esperaba. Entonces, los magos les dijeron que se fueran las chicas con unos, y los chicos con otros. Al pasar por el siguiente símbolo, llegaron a una biblioteca de muros y estanterías de piedra, y cada uno se fue con un mago. Atos y su mago correspondiente, se fueron a la zona de los libros de poder, y le enseñó el hechizo que habría su habitación:
-di “emel ojk attam” para abrir tu puerta, significa “abre, soy yo”. Esto solo será necesario hasta que te acostumbres, o hasta que el símbolo te reconozca y se abra solo. Ahora vete, mañana daremos las explicaciones básicas que necesitáis para usar magia, y a partir de ahí podréis estudiar por vuestra cuenta, aunque estaremos aquí los instructores para dudas y exámenes, por lo demás, no intervendremos.
Pronunció las palabras, entró en su habitación, dejó sus cosas “ordenadas”, y se metió a la cama a dormir, a pesar de que el resto estaba afuera conversando ya que no podían dormir, ya que él no parecía tener esa inquietud.
Al despertar, oyó una voz llamándole, que no parecía tener origen alguno, y la consiguió entender tras esforzarse:
-levántate ya, es la ora.
En 5 minutos, ya estaba vestido y en la sala principal, con los otros nuevos. Cuando ya estuvieron todos, una mujer bajita y vestida con una túnica blanca, con un piercing a cada lado de la nariz, y un tatuaje del mismo fuego azul que había en la entrada, se subió en una elevación del suelo que acababa de crear, y empezó a hablar:
-como los más nuevos alumnos de esta academia, os doy la bienvenida a vuestra primera clase, en la que se os explicarán las bases de la magia, necesarias para que no intentéis cosas que estén por encima de vuestras posibilidades. Lo primero que habéis de saber, es que hay que delimitar la energía que transmitís a cada hechizo, o moriréis por utilizar vuestra energía vital. Esto, generalmente, solo sirve para la segunda magia, la cual se basa en el manejo de la energía y en el conocimiento de su vocabulario, que es diferente en cada magia.
-en la tercera magia –dijo otro hombre, que la substituyó en el pedestal-, cuyas bases son únicamente de conocimiento del vocabulario, dado que la cantidad de energía requerida para cada hechizo es mínima, deberéis recoger un objeto que canalice la energía, cuyo proceso de creación os viene en los libros; lo bueno de esta magia, es que no moriréis si realizáis mal un hechizo, pero deberéis tener cuidado de no practicar en lugares poco amplios, pues podríais dañaros como consecuencia de causar una explosión y que el techo se os caiga encima, por ejemplo.
-la primera magia –alzó la voz un elfo, subiendo al pedestal, y quitando del medio al otro-, es la magia más peligrosa, y no es recomendable que la utilicéis hasta que no hayáis dominado mínimamente las otras dos. Ésta magia, no se rige por un vocabulario, por lo que tendréis que aprender a prescindir de él en las otras dos magias, ni por el manejo de vuestra propia energía necesariamente, sino por la manipulación de la misma energía, no para que afecte a la materia, como en las otras dos magias, sino para que afecte a otras energías, de forma que podréis envenenar una energía, o absorber la energía de otros pero sin que, como el la segunda magia, os haga falta su consentimiento.
En esto que una mujer pálida, con las orejas de los elfos, y con la evidente unión al entorno de los espíritus, se alzó como si el viento la llevase hasta el pedestal, y habló, dejando al descubierto unos colmillos que sobrecogieron a los jóvenes:
-aún quedan otras dos ramas de la magia por explicar, pero no son magias propiamente dichas, puesto que una, la que predicamos los sacerdotes, está dirigida por el pensamiento, y es una magia limitada a los dioses, a pesar de que sólo quede uno, y con ella se puede ordenar a todo ser vivo, manejar sus vidas, y cosas que están fuera del alcance de las otras cuatro magias, pero por otra parte, no puede hacer lo que éstas sí. Al estar limitada a los dioses, es una magia invencible, que ningún otro manejo de la energía puede superar, pero que puede concederse ese manejo.
-basta de cháchara, mi magia, por no ser un manejo de la energía, no es menos magia, así que no deberíais menospreciarme siempre- gritó un joven, que para sorpresa de Atos, era Zrim- mi magia, queridos alumnos-dijo apareciéndose en el pedestal-, consiste únicamente en el control de la materia, pero este control, es un control total. Con esta magia, podemos ir a cualquier punto del planeta en el que estemos, controlando la materia de nuestro propio cuerpo. Toda materia dentro de un mundo, con el control de esta especialidad, es como una extensión de nuestro cuerpo. Pero esta magia es la más peligrosa para la vida del practicante, ya que, al moverte por el espacio, si no calculas bien la trayectoria de cada átomo antes de viajar, puedes acabar desperdigado por el mundo.
-¡¡basta ya!!!-dijo una mujer, que, al parecer, era la jefa del grupo- no toleraré que sigáis intentando convencerles de cual es la mejor rama; sabéis que cada uno debe desarrollar su propio talento, sin importar lo mucho que prefiera un modo al otro. Ahora ya sabéis lo suficiente para poder aprender de nuestras bibliotecas; no importa que no sepáis leer, los libros están hechizados para ser leídos aunque no se conozca el idioma en el que están escritos. Y con el tiempo aprenderéis los idiomas de cada libro, ya que tienen hechizos de largo plazo, lo que acelerará vuestro aprendizaje sin perjudicar vuestras mentes. Podréis estudiar en grupo, ya que al compararos la competitividad os impulsará a avanzar todavía más rápido. Eso si, no se aceptarán los duelos por libre, si deseáis practicarlos, deberéis comunicarlo a uno de los magos especializados en la rama de la magia que utilizaréis para dicho duelo; y si es un duelo entre magias, deberéis llamar a un experto en cada una de las cinco magias. ¡¿entendido?!
-si, señorita –respondieron a coro los jóvenes.
Atos y el resto, se fueron a las salas comunes correspondientes, ansiosos por empezar a instruirse en la magia; pero Atos, mas que ansioso por ello, estaba ilusionado por tener un reto sin límites, que no le pudiera decepcionar precisamente por no poder acabar, ya que los retos limitados, al finalizarlos, decepcionan, porque no te han dado felicidad, sino que te han ayudado a pasar el tiempo más distraídamente; pero debido a su juventud, Atos no se había percatado de esto.