EL LADRÓN DEL DESTINO.

Libro 1 INICIO

PROLOGO

La tarde de verano mas calurosa del año, un inexplicable paisaje otoñal, unas montañas coronadas de nieve y flora recubriendo los invernaderos; un panorama solo posible en esa época del año y en ese lugar del planeta, un conjunto hermoso, casi mágico del cual solo un pueblo disfruta, Nogos, el pueblo en donde nunca ocurre nada, pero en el que todo cuesta explicar.

Un joven, de nombre Atos, con sus 9 años de edad, está cuidando la herboristería de sus padres en lo que estos vuelven de la boda de sus tíos, arreglando el sistema de riego y ordenando las diferentes flores tal y como le habían indicado sus padres en unas instrucciones que hiciera.

Al acabar la pequeña tarea, sale al jardín a jugar con los juguetes del perro, Charri, mientras este echaba carreras con un gato salvaje que se colaba todos los días en el jardín persiguiendo ardillas. De repente, los animales se quedan quietos, y oye un ruido de lejos, un ruido de risas y juerga, que no oía desde el año pasado; los cómicos y bardos ambulantes de la región.

Por si le hacían guiarles hasta el centro del pueblo, se escondió en la caseta del perro, y esperó a que pasaran; pero para su sorpresa, en vez de pasar de largo, un hombre, que supuestamente era un entrenador de perros en el grupo, se acercó a Charri y pronunció una extraña palabra, a lo que el animal, obediente como nunca, les guió por el camino.

Sin saber lo que había pasado, su irrefrenable curiosidad le obliga a salir de su escondite y preguntar al hombre:

-¿cómo ha hecho eso?¿ podría enseñármelo?¿ qué palabra a dicho exactamente?...

-tranquilo chico, esta táctica no se aprende de la noche a la mañana, y eso de espiar da reticencias a la hora de enseñarte algo. Vuelve a tu casa, ya le diré a Chari que vuelva.

A la media hora, Chari vuelve, y todo sigue como si no hubiera pasado nada.

Al terminar la tarde, ya anocheciendo, sus padres vuelven a casa, encierran al caballo, y se van a cenar con Atos.

Durante la cena, el joven comienza a hablar:

-papa, mama, antes han pasado los ambulantes por aquí.

-bien hijo, mañana te llevaremos a verlos.

-no papa, digo que le han hecho algo raro a Chari, un hombre a pronunciado una palabra rara y una corriente rara me estremeció, y luego Chari le guió al pueblo.

-ya lo entenderás mañana hijo, ahora a dormir.

Entonces, Atos subió a su habitación, y se acostó. Mientras tanto, sus padres discutían abajo:

-cariño, nuestro hijo ya esta en la edad, no podemos retenerlo si el no quiere.

-no, lo siento, me opongo a que mi hijo se vaya de aquí a tan tierna edad a una escuela para gente…

-pero tiene el poder, ya lo has oído, ha sentido el cambio de la realidad, y solo el podrá decidir; de todas formas aún puede que no consideren apta su mente para ello, así que descansa, mañana se decidirá todo. Y si tanto deseas cuidar a un hijo en vez de traer a alguien libre a la sociedad, siempre podemos tener otro.

-calla, que la boda ya se a acabado, ven tu también a descansar.